miércoles

persuasión publicitaria

El sexo en la publicidad hace referencia al uso del interés sexual como una herramienta de persuasión para dirigir el interés del público hacia un producto particular, con objeto de su venta, generalmente mediante la utilización de modelos atractivos o también símbolos sexuales.

La sexualidad se considera una de las herramientas de mayor alcance en el marketing y particularmente de la publicidad. Los estudios de la respuesta de ventas en marketing directo han demostrado que pueden ser muy eficaces para atraer un interés inmediato, mantener dicho interés y, en el contexto del mismo, introducir un producto que relacione de alguna manera con ese interés.

El uso del sexo en la publicidad puede ser altamente explícito o extremadamente sutil: desde las muestras relativamente explícitas de actos sexuales, hasta el uso de cosmética básica para realzar las características físicas. El uso más sutil ha llegado a todos los tipos de medios incluyendo entradillas de noticias, documentales, e incluso anuncios de comida rápida. El uso no se limita tampoco a los medios visuales

En los últimos años los anuncios de pantalones vaqueros, perfumes, y muchos otros productos han ofrecido imágenes provocativas que fueron diseñadas para activar respuestas sexuales de tan amplio espectro de la población como fuera posible.

Un ejemplo claro son las campañas publicitarias de AXE:


Axe (en algunos países Lynx) siempre se publicitó mezclando fantasía masculina con polémica sexista. Y ésta publicidad de 2005 no ha sido la excepción. En este caso, agregaron el turismo (a todos nos gusta viajar) y las azafatas.

El desodorante Lynx (Axe en los Estados Unidos), con el lanzamiento de Lynxjet , perpetuó el uso de mujeres atractivas para elevar la temperatura corporal, entre otras cosas, de los hombres jóvenes lo suficientemente  inocentes como para pensar que el desodorante tiene algo que ver con su capacidad para aumentar su atractivo. 

Es de JetBlue para el desodorante privado. Es Airlines Hooters, pero sin toda la división inducida por la sudoración. Pero sobre todo, la publicidad es la diversión que es sólo es diversión para crear un poco de fantasía en la mente de un hombre. Una fantasía, tal vez, lo suficientemente poderosa como para hacerlo realidad. ¿El objetivo? Vender.
Evidentemente sus producciones giran en torno al concepto del poder de atracción que estos desodorantes otorgan a quienes lo usan.  Un concepto muy banal y primario con muchos elementos que podrían ser discutibles y analizados. 
El deseo de casarse de las mujeres y el rechazo masculino al matrimonio son dos estereotipos que enfrentados en este spot reafirman la desigualdad de género y la desvalorización de lo femenino.

En India, el ministerio de Información y Retransmisión decidió prohibir la emisión del spot “Chocolate” por considerarlo “indecente y vulgar”.


Diferentes asociaciones de mujeres han denunciado las campañas de Lynx (la variante de Axe en esos países) en Nueva Zelanda e Inglaterra. En estos casos los motivos de denuncia también eran la utilización de estereotipos que denigran a la mujer.

Sin embargo, no todo lo que rodea a la publicidad de Axe es negativo.

En 2006, la marca recogió el Gran Effie a la efectividad creativa argentina, además de lograr el Oro en la categoría Higiene y cuidado personal con el spot “Ducha”

El año siguiente, Axe recibió el Gran Premio de Integración en Cannes con la campaña “Choque”

La última noticia relativa a la marca de los desodorantes es la que afirma que el famoso Efecto AXE es real.

Real o no, lo que está claro es que la marca Axe ha conseguido destacar entre su competencia, de una manera poco ortodoxa para unos y con un toque de humor para otros.

En realidad, las únicas piezas que pueden merecer nuestra crítica son las gráficas de la campaña Choque, ya que hacen un uso gratuito de la mujer como objeto sexual.

Dejando de lado este detalle, el resto de campañas de la marca trabajan el juego de la seducción entre hombres y mujeres y es precisamente este punto el que hace al producto atractivo.

Tanto hombres como mujeres, sobre todo en la juventud, buscan al sexo opuesto y eso es lo que Axe refleja desde el punto de vista de su público objetivo: los hombres. Desde esa perspectiva, los jóvenes desean poder disfrutar con mujeres bellas y en las campañas, Axe exagera este juego para que resulte divertido y llamativo.

De hecho, no sólo creo que las campañas no denigran la imagen de la mujer, sino que en muchos casos es el hombre el que pueda resultar ridiculizado, como en el spot  "Ducha".

Aún así, desde mi punto de vista deberíamos ver estas campañas como una parodia de un juego de seducción y no como una utilización sexista de la imagen del hombre o de la mujer.

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